La realidad de León presenta esta etapa educativa en dos modalidades. De una parte, una educación formal que se da en la zona urbana. El alumnado es atendido por maestras en su mayoría, que suelen contar con título de Educación Primaria. De otra parte, una educación no formal que suele estar ubicada en las zonas urbanas marginales y rurales. Amplía la cobertura y mejora la calidad de vida de los niños y las niñas, con la activa participación de las familias y la comunidad. Cuenta con el apoyo financiero de instituciones y organismos nacionales e internacionales, como el Hermanamiento León-Zaragoza, que promovió la construcción de 7 aulas de Educación Preescolar. Los niños y niñas son atendidos por educadoras voluntarias elegidas por la comunidad, con un nivel académico mínimo. Pueden ser madres de familia, estudiantes o docentes.