Falacias de la SEP

Foto: Rodrigo Díaz Guzmán

La Jornada Maya

Martes 9 de abril, 2017

Uno de los principales ejes del Modelo Educativo para la Educación Obligatoria, de acuerdo con el documento publicado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), es el Planteamiento curricular, en el cual “se plasma un perfil de egreso que indica la progresión de lo aprendido desde el preescolar hasta el bachillerato, que implica también el primer ejercicio de articulación formal para la educación obligatoria”. Lo anterior implica concebir la educación obligatoria desde preescolar a nivel medio superior, lo cual dificulta imaginar cómo podrá ser eliminada la prolongada lejanía entre la primaria y el bachillerato.

Según los datos de la propia SEP publicados en el documento Principales Cifras del Sistema Educativo Nacional, en 2014, casi 15 millones de alumnos asistieron a las escuelas primarias en el ciclo escolar 2012-2013, en tanto que los estudiantes de educación media básica sumaron poco más de 6 millones. ¿Cómo harán los responsables del sistema educativo nacional para conseguir que estos mismos se mantengan igual desde la primaria hasta el bachillerato, cuando existe una diferencia de 10 millones entre los que terminan el preescolar y los que ingresan a primaria?

Este aspecto básico, que tiene una estrecha relación con la capacidad de atención escolar, sólo podría resolverse si se construyen más escuelas de preescolar y secundaría, y no se diga de bachillerato. Además, habría que contratar un número considerable de docentes para todos estos niveles escolares. Aunado a ello, será necesario equipar todas estas escuelas para cumplir con las actividades básicas. Tampoco habrá que olvidar los servicios inherentes: energía eléctrica, agua potable, Internet, entre otros, además de personal administrativo.

Como puede notarse, para conseguir lo planteado tan solo en este párrafo del documento de la SEP, faltaría garantizar la infraestructura necesaria para asegurar que el perfil de egreso responda al resultado efectivo de la progresión del aprendizaje desde preescolar y primaria hasta secundaria y bachillerato. Y si en realidad se pretende articular formalmente la educación obligatoria, habrá que pensar en estrategias que conjuguen los diferentes niveles educativos en una misma plataforma. No es suficiente señalar lo que se pretende sin que se propongan alternativas de integración escolar.

Por otra parte, el mismo documento, y en el mismo eje de Planteamiento curricular, se indica que “se incorpora el desarrollo personal y social de los estudiantes como parte integral del currículo, con énfasis especial en el desarrollo de las habilidades socioemocionales”. Es fácil decirlo así; sin embargo, el concepto de habilidades socioemocionales implica una serie de características que más vale estar seguros de cuáles aspectos convendría tomar en cuenta. Este tipo de habilidades, a diferencia de las cognitivas (las que tienen una relación directa con el conocimiento), incluye una amplia diversidad de apariencias, como el autoconocimiento, la empatía, la comunicación asertiva, las relaciones interpersonales, la toma de decisiones, el manejo de problemas y conflictos, el pensamiento creativo, el manejo de sentimientos y emociones, el pensamiento crítico, y otras más.

No está mal pensar en este tipo de habilidades, las cuales habían estado pendientes desde hace mucho tiempo, pero habría que señalar cuáles de sus aspectos conviene tomar en cuenta para el currículo de la educación obligatoria. En lo personal, me inclinaría por dos o tres modalidades: el pensamiento creativo, la toma de decisiones y el pensamiento crítico. No es suficiente con anunciar estas destrezas en el documento en cuestión; hace falta sugerir aquellas que los escolares de este país, los ciudadanos próximos, incluyan en su formación.

Finalmente, cabe destacar otra aseveración del documento de la SEP: se señala que “se otorga a las escuelas un margen inédito de autonomía curricular, con lo cual podrán adaptar los contenidos educativos a las necesidades y contextos específicos de sus estudiantes y su medio”. Ante ello, habrá que preguntar a la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán ¿qué está haciendo para preparar a los docentes de los niveles educativos involucrados (preescolar, primaria, secundaria y bachillerato) para integrar un currículo de contenidos acordes con las necesidades y contextos del estado, sus regiones y sus municipios?

Mérida, Yucatán

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